El mundo está sacudido por una crisis que toca a todos (2011)

El mundo está sacudido por una crisis que toca a todos. Es un momento propicio para reflexionar y preguntarnos qué podemos hacer y cómo podemos remediar la situación desde nuestra realidad. La crisis es un llamado de atención. Sabemos por la fe que ni un cabello de nuestra cabeza cae sin que nuestro Padre del cielo esté enterado.

Nuestro Dios es un Dios personal, no está lejos ni ajeno a nuestros problemas diarios. ¿No será que nuestro mundo se alejado tanto de Él que sufrimos las consecuencias de ese desvío? Antes de ser una crisis económica sufrimos una crisis moral. Si devolvemos a Dios su lugar, las aguas regresarán a su cauce. Navidad es ciertamente un momento propicio para reflexionar, corregir y empezar de nuevo.

Al nivel de la aldea lo que ha llamado la atención este año han sido algunos eventos más internos de la aldea que nos muestra que los años pasan  sin que nos demos cuenta y corresponde rejuvenecer todo.

No se puede decir que no hayamos hecho nada hasta ahora (de hecho hemos vuelto a pintar toda la aldea hace un par de años) pero toca hacer mejoras más profundas. Este año nos hemos centrado en el salón de estudio para renovarlo completamente. Este salón sirve todas las tardes para que los niños en compañía de las mamás hagan allí los deberes.

En este mismo lugar hacemos todos los eventos importantes en el año como celebrar el día del Padre, de la Madre, las primeras comuniones, los bautismos y una que otra fiesta.

Era sumamente caluroso y algo deteriorado. Hemos procedido a aislar el techo, pintar las paredes y vigas, rehacer los baños, hacer que llegue el agua gracias a una bomba instalada en la planta baja, abrir más ventanas donde antes había huecos de ventilación, rehacer la parte eléctrica, colocar nuevos ventiladores y luces, y por último poner aires acondicionados para el tiempo de calor. Fue un trabajo largo y demorado porque estábamos tributarios de donaciones. Ahora ya está terminada la obra física y se bendijo el nuevo salón el sábado 10 de este mes. Este año celebraremos las fiestas en un nuevo ambiente.

Nuestros niños están creciendo, tenemos muchos niños que son adolescentes y necesitamos que la Divina Providencia nos traiga niños más pequeños para renovar nuestra población que al igual que todos los países del mundo está envejeciendo. Pronto nos van a dejar muchos jóvenes que ya están en la vida laboral. En noviembre la mayor de nuestras niñas se independizó. Tres varones terminarán las secundarias en enero y siete tienen que cambiar de colegios para el próximo año. Unos porque terminan un ciclo y la escuela o colegio no siguen más adelante. Seguimos con una población  de 58 niños.

En todo caso quisiera terminar haciéndoles percibir que el apoyo que ustedes nos dan a nosotros o a cualquier grupo o institución es un acto de Amor y de solidaridad que mejora en algo nuestro mundo. Solo Dios podrá recompensar la generosidad de cada uno. Que Dios los bendiga y les devuelva con creces estos gestos de amor gratuito. Terminaré diciéndoles que puedo asegurarles de la oración constante de todos nosotros para todos aquellos que nos apoyan.